Una secuencia de espacios acogedores evoca transparencia, apertura y experiencias personalizadas que acentúan el lujo privado. Además del hotel de 120 habitaciones, 120 residencias y 28 villas, las comodidades incluyen cuatro piscinas exclusivas, un club de playa, bar al atardecer, varios restaurantes, césped para eventos, salón de baile y espacio para reuniones junto con un exclusivo spa, capilla para bodas y club infantil.

Basándose en la experiencia de la marca, el plan maestro, la visión y los usos de la tierra propuestos por EDSA dieron como resultado un destino único que se ajusta a la topografía del sitio, respeta la esencia de la cultura japonesa y apoya el desarrollo ambientalmente sensible.