Si bien nuestras experiencias y preferencias personales difieren en cuanto a las ubicaciones y la estética exactas, nos hemos dado cuenta de que los espacios al aire libre que más valoramos comparten muchas similitudes.

Algunos aportan esa sensación especial a la energía de un sitio, donde su flujo particular y un ambiente agradable mejoran la funcionalidad y la intencionalidad del lugar. Por ejemplo, las plazas agradablemente sombreadas con cómodos asientos invitan a las personas al almuerzo de la tarde y a las reuniones nocturnas en el centro. Los vecindarios peatonales con comodidades convenientes y amplias áreas verdes para la recreación atraen a las familias a nuevas comunidades. Y, la perfecta integración de espacios que respaldan la conectividad visual, comunitaria y ambiental fomentan la exploración de los huéspedes en los destinos turísticos de todo el mundo.

No hay duda de que hay una fuerte intención de diseño detrás de los espacios que nos atraen y nos hacen querer perdernos en nuestro entorno ¿Cuáles son esos hilos comunes primordiales que, cuando se entrelazan, crean lugares duraderos y de calidad? Hemos compilado nuestra ‘lista corta’ de principios rectores, que sirven como filosofías de diseño que, independientemente de la escala o el tipo de proyecto, construyen la base de una experiencia de usuario magistral.

Diseño para la Flexibilidad

Los grandes lugares no se miden solo por los atributos físicos, también sirven para conectar íntimamente a las personas con el lugar. Los recursos vitales de la comunidad, los espacios cotidianos como parques, frentes al mar, plazas, calles y campus ofrecen oportunidades para unir a las personas. Los espacios programables para eventos, mercados, conciertos, reuniones sociales y la vida cotidiana deben enfatizar la belleza y la comodidad humana con un estilo flexible que se adapte a grupos de todos los tamaños.

Juntar a la Gente

Las comunidades de uso mixto mejoran la asequibilidad del hogar, la accesibilidad para peatones, el equilibrio entre la vida laboral y la habitabilidad del vecindario. Para permitir un uso más eficiente y conveniente de los servicios, se debe considerar una combinación de tiendas, oficinas, apartamentos, servicios y hogares. Al superponerse las capas de pensamientos, esta mezcla se suma al tejido comunitario con un mayor nivel de interacción entre todos los elementos de un espacio: desde los servicios y las características naturales del terreno hasta las reuniones sociales en la «sala de estar» del pueblo, se puede lograr un resultado bien equilibrado de vitalidad social, emocional y económica.

Estos ideales, lecciones aprendidas y experiencias variadas representan una muestra de los ingredientes clave que, en última instancia, hacen que los buenos proyectos se conviertan en excelentes. Los desarrolladores y propietarios por igual pueden beneficiarse del lente de un diseñador mientras navegan por las formas, las funciones y los factores que marcan la diferencia de un proyecto nuevo, reinventado o restaurado. Para obtener más información e información sobre nuestra lista de principios de lugar, contáctenos en [email protected].