Los conciertos y festivales cancelados, los eventos deportivos y las grandes reuniones sociales han dejado al mundo anhelando oportunidades para la conexión humana y el sentido de pertenencia. Este deseo universal de interacción, junto con la necesidad de respetar los estándares de salud y seguridad, ha obligado incluso a los espacios más grandes a reconsiderar cómo servir a un mercado que exige unión y al mismo tiempo se reduce de manera responsable.

Para los huéspedes, visitantes y residentes, la necesidad de lugares al aire libre no ha cambiado, pero desde usar máscaras hasta evitar las multitudes, la forma en que se nos permite navegar por ellos es radicalmente diferente y requiere una realineación estratégica para ser efectivos. Este «eje» se ha convertido en el paso más reciente de una intrincada danza social. Las pistas de los aeropuertos, como el Aeropuerto Internacional de Vilna en Lituania, se han transformado en autocines, mientras que los campos de golf dan paso a picnics familiares y pequeñas reuniones. Sin embargo, al buscar cambios radicales, se pueden encontrar oportunidades para un crecimiento de ingresos sostenible a través de actualizaciones a menor escala que no limitan ni sacrifican la función de un espacio original.

Con la demanda reprimida de eventos públicos, se debe dar prioridad a la forma en que las personas viajan de un espacio a otro. Estacionamiento público, entradas múltiples y sesiones de actividades escalonadas son actividades que valen la pena y no agregan una gran cantidad de gastos. Pero en algunos casos, la reconfiguración de la infraestructura existente para mejorar la accesibilidad o actualizaciones a pequeña escala puede mejorar la experiencia del visitante. ¿Reutilizar las comodidades podría aumentar los ingresos al mismo tiempo que se promueven reuniones amigables con COVID? ¿Se están utilizando los balcones, terrazas, patios y cubiertas de piscinas en todo su potencial? ¿Podrían los divisores naturales o los elementos de calefacción / refrigeración prolongar la vida útil de un espacio al aire libre?

A medida que evolucionan las recomendaciones de salud y seguridad, se pueden encontrar interacciones reflexivas a través de experiencias más íntimas que imitan lo que es estar en una multitud grande y acogedora. Al observar las demandas del mercado local y desarrollar una programación flexible, los espacios de reunión más grandes pueden permanecer activos y energizados con soluciones personalizadas, escalables y rentables. Tanto para el éxito a corto como a largo plazo, la clave para lograr este sentimiento nostálgico no es pensar demasiado en grande, sino aprovechar el poder de pensar en pequeño.