Desde el reconocimiento facial en nuestros teléfonos celulares hasta los servicios de transporte compartido impulsados por vehículos autónomos, la inteligencia artificial (IA) se ha vuelto omnipresente en nuestra vida diaria, aparentemente de la noche a la mañana. Mientras estos avances tecnológicos continúan evolucionando a velocidades cada vez mayores, la presencia de la IA está impulsando cambios transformacionales en diversas industrias, especialmente en los ámbitos de la planificación y el diseño.

Como parte del 35 por ciento de empresas estimadas por IBM que están explorando los beneficios de la inteligencia artificial, los diseñadores están viendo las innovaciones tecnológicas recientes como una oportunidad para mejorar flujos de trabajo, reducir márgenes de error y aumentar la eficiencia. No hay duda de que la IA está alterando los modelos tradicionales de construcción y desarrollo de tierras, pero aún más importante, la IA nos permite llevar al límite lo que se había considerado posible en la creación y pruebas de una variedad de alternativas.

Y, aunque muchos dudan en incorporar tales soluciones en sus flujos de trabajo, la inteligencia artificial ha demostrado ser una poderosa aliada en lugar de reemplazar la inteligencia humana, siempre y cuando se utilicen sus capacidades de manera sabia. Si bien está claro que la mejora tiene una variedad de beneficios, los diseñadores deben seguir al mando a lo largo del ciclo de vida de un proyecto, sabiendo cuándo solicitar a los sistemas tecnológicos la recopilación de datos o un impulso artístico. Complementario al proceso, el valor real radica en saber cuándo dar un paso atrás y volver a conectarse personalmente con los matices de un espacio para crear una respuesta emocional al lugar. Desde una perspectiva holística, siempre debe haber un equilibrio entre eficiencias y estéticas a nivel micro y macro, donde la perspectiva del diseñador y su comprensión humana son cruciales para obtener el mejor resultado.

En última instancia, el desarrollo de la inteligencia artificial continuará evolucionando a un ritmo rápido a través de avances en tecnología, investigación y aplicaciones. Y aunque la magnitud y la velocidad con que esto ocurra dependerán de diversos factores, como los avances científicos, los entornos regulatorios y las actitudes sociales, la conversación en torno a la inteligencia artificial está aquí para quedarse, fortaleciendo aún más la intersección entre las personas, la inteligencia artificial, el diseño y el desarrollo.