Tus padres tenían razón: debes salir. Según las estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental, los humanos pasan más del 90% de sus vidas en espacios interiores. Entonces, no es sorprendente que gran parte del diseño esté dedicado a los espacios interiores, o que las discusiones sobre la integración de la naturaleza en los entornos construidos generalmente se centren en ‘traer los espacios exteriores para adentro. Como arquitectos paisajistas, planificadores y diseñadores del futuro, el papel de EDSA es hacer lo opuesto: conectamos cuidadosamente los elementos interiores con el aire libre de maneras que parezcan sensatas, pero innovadoras, creativas y cómodas, y al hacerlo, transforme los proyectos de simples ‘plantaciones’ en puntos de referencia de diseño biofílico del que las personas quieran formar parte.

Para que el diseño exterior sea verdaderamente biofílico, se requiere algo más que agregar un poco de verde aquí, una característica de agua burbujeante allí. Más bien, es el arte de entrelazar elementos orgánicos y artificiales para que coexistan en armonía unos con otros y atraigan a las personas a experimentarlos. La fórmula de EDSA para un diseño biofílico exitoso se basa en múltiples capas sensoriales que conectan sin problemas a las personas, el interior y el entorno natural circundante animada a través de patrones, follaje y materialidad, así como una combinación de componentes de iluminación y ventilación directa e indirecta,

A medida que los edificios se convierten en micro-destinos conectados, con prioridad a la experiencia de los peatones, el diseño biofílico ayuda a facilitar estrategias de creación de lugares más integrales para garantizar que el mundo cambiante tenga acceso y disponibilidad a espacios exteriores resilientes, con propósito y florecientes. Ahora, ¿quién quiere dar un paseo?