Antes y Ahora

Pasantes anteriores, ahora empleados, comparten sus perspectivas, consejos e ideas sobre todo lo relacionado con la arquitectura paisajística y sus experiencias con EDSA.

Kirsten comenzó su trayectoria en EDSA como pasante de verano en 2019 en la oficina de Baltimore, donde adquirió una valiosa experiencia práctica y trabajó en estrecha colaboración con los líderes de equipo para perfeccionar su enfoque de diseño. Después de obtener su licenciatura en arquitectura de la Universidad Estatal de Pensilvania ese mismo año, pasó a un puesto de tiempo completo en EDSA y ha avanzado de manera constante hasta su puesto actual como asociada mientras se abría camino hacia la sede de EDSA en Nueva York. Conocida por su gran atención a los detalles y su naturaleza colaborativa, Kirsten desempeña un papel esencial en la elaboración de proyectos dinámicos y creativos con precisión. Recientemente nos sentamos con ella para explorar su trayectoria, sus fuentes de inspiración y el impacto que está generando en EDSA.

P: ¿Qué es lo más gratificante de ser arquitecto paisajista?

Uno de los aspectos más gratificantes de ser arquitecto paisajista es la capacidad de crear espacios donde las personas tengan experiencias inolvidables. Estos lugares se convierten en el escenario de momentos importantes, ya sea un compromiso, una reunión largamente esperada o una nueva conexión.

Lo que hace que esta profesión sea aún más emocionante es la oportunidad de trabajar en proyectos en todo el mundo, a menudo en lugares que muchas personas solo pueden soñar con visitar. Es realmente inspirador diseñar estos entornos increíbles y dar forma a la forma en que las personas los experimentan.

P: ¿Cuál es su filosofía de diseño?

Mi filosofía de diseño está profundamente arraigada en la sostenibilidad, con un fuerte énfasis en integrar la mayor cantidad de vegetación posible, porque cuantos más árboles, mejor. Creo que la naturaleza debe estar en el centro de cada diseño, fusionando a la perfección el entorno construido con el mundo natural. Los árboles y otros elementos naturales no solo mejoran la estética de un espacio, sino que también brindan numerosos beneficios ambientales, como mejorar la calidad del aire, reducir el calor urbano y apoyar la biodiversidad.

Además, los espacios verdes contribuyen a comunidades más saludables y vibrantes al promover la relajación, reducir el estrés y fomentar las conexiones sociales. Al priorizar la sostenibilidad e incorporar paisajes exuberantes y prósperos, me esfuerzo por crear espacios que no solo sean visualmente atractivos, sino también beneficiosos para las personas y el planeta.

P: ¿Cuál ha sido su proyecto EDSA favorito?

Mi proyecto favorito de EDSA es Cacique, una península impresionante en Costa Rica. Tuve la oportunidad de visitar el lugar dos veces, una experiencia que nunca olvidaré. Uno de los aspectos más destacados fue colaborar estrechamente con el cliente, cuya energía, pasión y visión audaz hicieron que el proceso de diseño fuera divertido y emocionante. Trabajar con él personalmente me permitió comprender profundamente sus aspiraciones y cómo traducirlas en el paisaje. La combinación de una ubicación y un proceso creativo atractivo hicieron que este proyecto fuera especialmente significativo para mí.

P: ¿Qué es lo que más le apasiona de la arquitectura paisajista? ¿Han cambiado sus pasiones desde que se convirtió en diseñador a tiempo completo?

Lo que más me apasiona es la sostenibilidad y ayudar a los clientes a encontrar formas de integrarla en sus proyectos. Con el tiempo, he llegado a comprender que, si bien la sostenibilidad no siempre es una prioridad, existen formas creativas y rentables de hacerla funcionar. Siempre es emocionante colaborar con clientes que comparten esa visión y encontrar soluciones que equilibren la sostenibilidad con la practicidad.

Más allá de eso, tengo una profunda pasión por los materiales y cómo dan forma a la experiencia de diseño. Hay algo emocionante en abrir una caja de muestras: sentir las texturas, ver los colores en persona, imaginar cómo cobrarán vida en un espacio. Es en esos momentos cuando todo el trabajo duro comienza a sentirse real. Lo que antes era solo un plan o un boceto en blanco y negro se transforma en algo tangible, algo que realmente cobra vida.

P: Cuando piensa en su tiempo en EDSA hasta ahora, ¿qué palabra le viene a la mente y por qué?

Impredecible. Cada día en este trabajo trae algo nuevo; nunca se sabe qué esperar. En un momento, crees que tendrás un día relajado y, al siguiente, estás en una llamada con un cliente que solicita cambios de último momento que deben resolverse en una hora. Siempre está lleno de sorpresas, pero eso es lo que lo hace interesante y me mantiene alerta.

Reflexiones finales de Kirsten:

Una de las principales razones por las que me encanta trabajar en EDSA es la gente. No se trata solo de los proyectos, sino de las relaciones que se construyen a lo largo del camino. Realmente disfruto conocer a mis colegas y, con el tiempo, se han convertido en algo más que compañeros de trabajo; se han convertido en amigos. Como pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo, marca una gran diferencia estar rodeado de un equipo tan bueno. Es algo que realmente aprecio.